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La representación como condición para el pensamiento

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Por Víctor Hugo Jurado

En la teoría psicoanalítica, el primer acercamiento a formas diferenciadas de pensar lo encontramos en Sigmund Freud (1856 – 1939), quien asocia un tipo de pensar acorde a cada uno de los dos principios del acaecer psíquico: el placer y la realidad. Freud describió que, para el primer principio, se sigue una descarga motriz de la acción; y para el segundo, se prosigue la posibilidad de una acción con arreglo a fines. La relevancia de esta propuesta consiste en que, a partir de la posibilidad de una descarga motriz de la acción, concordante a su vez con el proceso primario, se pasa a una mayor complejidad en el “proceso del pensar, que se constituyó desde el representar” (1911/1991, p.226), concordante con el proceso secundario. Así, desde esta perspectiva, la representación se erige como condición necesaria para pensar.

Wilfred Bion (1897 – 1979) ahondó en este sentido con su “Teoría del pensamiento” y André Green (1927 – 2012) reconoció la importancia que tiene el pensamiento como criterio clínico para la atención de pacientes graves, en tanto éstos tendrían, a diferencia de la estructura neurótica, formas diferentes de pensamiento. En este orden de ideas, “la aparición de variadas estructuras no neuróticas demostró que, para entender estas manifestaciones, hacía falta una concepción psicoanalítica del pensamiento” (Green, 2005, p.225).

Para Green, parte primordial del encuadre en el trabajo clínico consiste en “crear las condiciones de posibilidad para el trabajo de representación, para el funcionamiento de la matriz dialógica” (en Urribarri, 2008, p.111), esto es, la asociación libre del paciente en comunión con la atención flotante del analista. En específico, Green (2005) refiere que el pensamiento de lo negativo es “absolutamente esencial para el establecimiento de una concepción teórica que dé cuenta de los procesos de pensamiento” (p.225), pues se piensa a partir de lo que no está.

Lo anterior se entiende a partir de la consideración de que la percepción sensorial detecta el objeto desde el medio ambiente circundante, interno o externo, a condición de que se encuentre presente. La representación toma el lugar del objeto sensible, para lo cual requiere de su ausencia, emergiendo así la subjetividad. De estos enunciados se deduce que el pensamiento no se registra con la presencia material del objeto, sino, y sólo, a partir de la representación propiciada por ausencia material del objeto. Del mismo modo, el deseo no surge en presencia del objeto, el deseo surge de su ausencia. En esta línea de exposición se puede formular que “decir deseo inconsciente es decir representación” (Urribarri, 2008, p.113).

Alrededor de las ideas de Green, si el pensamiento surge posterior a la representación, como se ha planteado en una primera premisa, y lo vinculamos a una segunda premisa, en la que existe una analogía entre representación y deseo, entonces el deseo también precede al pensamiento. En el abordaje terapéutico, la representación se erige como punto a lograr, debido a su cualidad basal para el surgimiento del pensamiento.

A todo esto, no es trivial emitir una advertencia en torno a la principal característica de la fuerza constante de la pulsión, esto es, su capacidad “de subvertir tanto el deseo como el pensamiento” (Green, 2005, p.77). En cambio, cabe destacar la capacidad de la representación de “encauzar la pulsión, de articularla en deseo mediante la fantasía inconsciente (compuesta por representaciones de cosa); es decir de ligar representaciones de cosa y de palabra para superar la compulsión de repetición mediante una simbolización perlaborativa” (Urribarri, 2008, p.113).

Artículo del diplomado “¿En qué se distingue la obra de André Green y qué aporta al psicoanálisis actual?”

Referencias:

Green, A. (2005). Ideas directrices para un psicoanálisis contemporáneo. Desconocimiento y reconocimiento del Inconsciente. Amorrortu editores.

Freud, S. (1991) Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico. Obras completas (Vol. 12, pp. 217-231). Amorrortu editores. (Obra original publicada en 1911).

Urribarri, F. (2008). André Green: la representación y lo irrepresentable en la práctica contemporánea. Revista Uruguaya de Psicoanálisis. Núm. 106. pp. 110-119.

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