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Psicopatología: abordajes técnicos y el proceso psicoanalítico

Cuando un paciente acude a psicoterapia, conviene considerar que su psique se conforma de diferentes estados mentales
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Por Ana María Wiener y Graciela Arredondo

Cuando un paciente acude a psicoterapia, conviene considerar que su psique se conforma de diferentes estados mentales, unos más desarrollados que otros. Una persona busca tratamiento porque una parte de su personalidad, la más sana, pide ayuda. Desea atenderse para sentirse mejor o para resolver algo sobre su vida. A pesar de ello, siempre existen otros aspectos más primitivos (o más enfermos) que se opondrán al cambio, es decir, al tratamiento.

Parece lógico pensar que todo el que solicita atención psicoterapéutica quiere modificar lo que le ocasiona dificultades y que hará todo lo que esté en sus manos para conseguirlo. Sin embargo, Betty Joseph, Donald Meltzer, junto con otros grandes psicoanalistas, piensan que esto no sucede exactamente así. Abundan las razones por las cuales el paciente evita, inconscientemente, progresar. Una parte de ellos quiere mejorar, pero ¡otra no!, pues prefiere lo que conoce por muy malo que sea. Entonces, mientras una parte lucha por salir adelante, otra se opone y obstaculiza ese camino.

La comunicación no verbal será esencial para poder decodificar lo que sucede dentro de cada sesión entre el paciente y el psicoanalista. Como Silvia Fano Cassese menciona en la Introducción a la Obra de Donald Meltzer (2001): “El interés de Meltzer se mueve constantemente en regiones difíciles de describir con palabras y que probablemente no puedan ser expresadas en lenguaje convencional: en el área emocional de la comunicación no verbal, de ensueño y pensamiento inconsciente”. Para este autor, lo importante no es interpretar correctamente, sino conseguir la atmósfera más adecuada que permita la libre expresión de la personalidad del consultante, al sentirse en confianza dentro de un ambiente que no lo juzga ni lo evalúa, sino que lo comprende.

En otras palabras, a pesar de que las interpretaciones son fundamentales en nuestro trabajo, la intuición y la emocionalidad del analista serán piezas clave en el pronóstico del análisis, ya que apuntalan el vínculo transferencia-contratransferencia. Conforme este se modifique, también cambiará el texto de las fantasías inconscientes, marcando el ritmo en el proceso del paciente. El Dr. Norberto Bleichmar, en su plática introductoria a las Jornadas Clínicas del Centro Eleia (Clínica Psicoanalítica: inconsciente y transferencia) del 2007, señala: “La principal dificultad que tenemos en la clínica es descubrir la transferencia inconsciente, a veces uno ve que se le está hablando al paciente como si éste fuese más racional de lo que es y no nos damos cuenta de que el paciente nos da la razón o nos critica, no por lo que estamos diciendo, sino por la transferencia” (p. 21-33 ).

Meltzer, en su libro El proceso psicoanalítico (1967) propuso cinco fases por las que cursan los pacientes de acuerdo con la transferencia que se despliega en los tratamientos psicoanalíticos. En cada fase, se presenta una particular forma de relacionarse con el analista, misma que depende del mundo interno de las personas y revela un tipo de estructura psíquica particular. Es entonces de vital importancia, que el terapeuta pueda determinar el estado mental del paciente y comprender o captar el sentido que le da a la vida y a su relación con él (terapeuta).

Observemos, por ejemplo, las interpretaciones que podría tener una misma situación en diferentes mujeres:

María llega a la sesión envuelta en llanto porque tuvo un altercado con una amiga. El analista la escucha pacientemente y le muestra la necesidad que tiene de vaciarse del dolor que le produjo la situación.

Carla llega a la sesión envuelta en llanto porque tuvo un altercado con una amiga. El analista le responde que pareciera que con su llanto desea convencerlo de que ella tuvo la razón para que se alíe con ella y armen un equipo en contra de la amiga.

La forma en que el terapeuta responde a cada paciente no tiene que ver únicamente con que son personas diferentes, sino también a que están en momentos diferentes de su proceso analítico. Cada etapa deberá afrontarse de manera específica. De lo contrario, una interpretación en una fase temprana del tratamiento no tendrá efecto alguno.

Si podemos entender los que nos proponen estos psicoanalistas, seremos capaces de sintonizar mejor con el paciente. Por ejemplo, si descubrimos su principal motivación al compartirnos su experiencia, el tipo de transferencia que se despliega y por qué, entonces, podremos ayudarlo a conocer a profundidad sus dilemas emocionales.

Te invitamos a escucharnos el próximo 19 de febrero en el Encuentro científico «Psicopatología: abordajes técnicos y el proceso psicoanalítico». Hablaremos de estos temas clínicos tan importantes para conseguir una verdadera modificación en las personas que nos consultan. ¡No faltes! e invita a quien creas que le interese.

Referencias

Bleichmar, N. (2007). Plática introductoria. En N. Bleichmar, C. Goetschy, C. Martínez y M. Puig. Clínica psicoanalítica: inconsciente y transferencia (pp. 21-33). Eleia editores.

Fano C., S. (2002). Capítulo 2. El proceso psicoanalítico. En Introduction to the Work of Donald Meltzer. Karnac books.

Feldman, M. y Bott S., E. (1989). General Introduction. En Psychic equilibrium and psychic change. Routledge.

Meltzer, D. (1967). The psychoanalytical process. Clunie Press.

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